Una cantante de Blues y Jazz se dispone a ofrecernos uno de sus conciertos de estándares. ¿La orquesta? Un pianista y punto. Con lo que pagan no querrás una Big Band ! Las condiciones técnicas tampoco son las idóneas y, después de sufrirlas reiteradamente, la cantante se desmorona ante el público y decide hacer lo que nunca debe hacerse: interrumpir el show. No vale la pena seguir. Es toda una vida intentando llegar a ser alguien como cantante en contra de todos; la familia, la pareja, la industria… y la política cultural del Ayuntamiento! Los recuerdos de todos los años de lucha la inundan y sobrepasan…

       Pero no es tan fácil dejar de cantar cuando todas tus vivencias están ligadas a las canciones. En la vida, las encrucijadas siempre llegan de manera inesperada y quién sabe si este concierto que se convierte en atípico, puede deparar un giro muy importante para la protagonista. Pero quizás esto no tenga demasiada importancia para los demás. Tal vez sólo recibirán de Bessie canciones rotas, palabras cantadas, sentimientos musicales…